lunes, 17 de enero de 2011

Cuando no hay monopolio hay que poner creatividad

Uruguay está dividido en 19 departamentos, cada uno de ellos tiene un "Intendente" que lo gobierna.
Estas divisiones politicas implican varias cosas, por ejemplo, si uno tiene un vehículo (auto, camioneta, camión, etc) debe empadronarlo (registrarlo) en el departamento donde uno reside.
Esto es, debe tributar en ese departamento por un porcentaje del valor de aforo (valor "ficto") del vehículo.

Este, junto con la contribución inmobiliaria (urbana o rural), es decir, lo que los contribuyentes pagan por sus propiedades inmuebles (casa, campo, etc), son los principales ingresos de estos  "mini estados"  que son las intendencias.

O sea, uno paga tributos nacionales (IVA, IRPF, etc) y tributos municipales (Patente, Contribución, etc)

¿Cuál es el problema planteado? 


Cada "mini estado" quiere aumentar al máximo su recaudación, como lo haría cualquier empresa. Entonces cuanto mayor sea la cantidad de "clientes" (contribuyentes/vehículos empadronados) que tiene, más recaudará.

¿Cómo lograr más "clientes"? aplicando el más viejo truco de comercialización de "commodities": bajar el precio. Obvio que hay otros como dar un mejor servicio, pero el más fácil es bajar el precio.

Algunos Intendentes bajan los precios con lo cual muchos "clientes" empadronan sus vehículos esos departamentos.

Los otros intendentes entonces se "quejan", sin mucho que puedan hacer, porque les "roban clientes".

Específicamente hay un problema claro que es que la Intendencia de Montevideo (capital del país, donde reside la mitad de la población) tiene de las patentes más caras del país. De este modo el departamento más poblado es de los más afectados por el "robo de clientes".

Esto es lo que se conoce como: "la guerra de las patentes".

En ese contexto hay inspecciones, toma de rehenes (clientes), declaraciones acusatorias de todo tipo, amenazas con cortar los ingresos que las Intendencias tienen del gobierno central, etc, etc

Soluciones planteadas


Se han planteado soluciones de todo tipo, todos los acuerdos que se logran se terminan violando en el corto plazo.

Creo que hay dos lineas de pensamiento hacia una solución definitiva:

1. Una patente única - Que en todos lados se tribute igual.

Está destinadas al fracaso. Las intendencias que más recaudan no estarán dispuestas a perder su ventaja competitiva. Igual que se violaron los acuerdos anteriores, se violará este.
Si somos incapaces de tener un registro nacional de conductores que no pasa por un tema de "dinero" sino de "voluntad politica+capacidad de gestión", jamás tendremos una patente única, al menos "acordada", podrá ser "impuesta" por algún mecanismo pero no acordada.


2. Eliminar la patente y poner un impuesto al combustible.
Esta tiene una gran contra que es que la patente es proporcional al precio del vehículo, si se instaura un impuesto al combustible dejaría de serlo.
Esto es complicado de resolver porque viola el principio de "quien tiene más que pague más".
A su vez el precio de los combustibles en Uruguay ya es suficientemente elevado (de los más caros de la región), incluso hay problemas graves de contrabando, especialmente desde Argentina.
Esto agravaría ese problema.

¿Cuál es el fondo de la cuestión?

Ahora, para mi, todas las soluciones serán "temporales" porque me parece que no se ha entendido el problema de fondo.

El problema de fondo tiene los siguientes pilares:

1. La patente no beneficia al dueño del vehículo.
No es creíble que con el dinero de las patentes se arreglen las calles de la ciudad, simplemente porque el grueso de los ingresos de una intendencia son por este rubro y el grueso de los egresos son por salarios.
En definitiva el dueño del vehículo percibe que su dinero termina en salarios de los funcionarios de la intendencia que, dicho sea de paso, no cuentan con gran simpatía por parte de la población.

Por si esto no fuera suficiente, basta con mirar el estado de muchas calles, las escasas obras en infraestructura que se han hecho, lo rápido que empeora el tránsito en algunas ciudades (especialmente Montevideo). Constantemente se nota que Montevideo se aproxima al colapso del tránsito, estamos lejos de él, pero si se mira con cierta perspectiva histórica se nota que los estacionamientos han colapsado, que en las horas picos se empieza a complicar la movibilidad, etc.

2. La ley del mercado y el monopolio
Es claro que si no hay un diferencial entre pagarla en un Departamento y otro, entonces, como siempre pasa, se buscará el precio más bajo. Esto es obvio, si el mismo kilo de arroz sale más barato en TAL supermercado, entonces lo compraré ahí.

Algo similar sucede con las estaciones de servicio (gasolineras), el precio del combustible es (por decreto) igual en todas. Entonces unas ofrecen lavado gratis o un celular con cada carga, financiación propia, etc.
De algún modo tratan de diferenciarse para atraer clientes.

Lo que sucede es que los gobiernos no están acostumbrados a no funcionar bajo el monopolio, tener competencia los destroza. No es "competencia desleal", no hay tal cosa. Hay "competencia" y "competencia ilegal" pero no hay "lealtad" en las leyes del mercado.


En la medida que no se entienda esta lógica, toda acción estará destinada al fracaso.

Hay que girar 180 grados y buscar soluciones más creativas que la amenaza del recorte de los aportes del gobierno central o el voluntarismo o la toma de rehenes.

La solución
Si el problema de fondo es el no percibir un valor por lo que se paga. Entonces debe darse un valor o por lo menos la percepción de que el mismo existe.

Un ejemplo muy trivial y practicable:
Quien tiene un vehículo tendrá problemas para estacionarlo en algunas zonas. Si la patente es del departamento, entonces tiene estacionamientos municipales GRATIS.
Predios abandonados hay muchísimos. Muchos municipales o de entes como AFE (¡¿AFE?!), UTE, ANTEL, etc. Incluso muchos dueños privados de los mismos estarían dispuestos a, por ejemplo, no pagar contribución si se lo "prestan" a la intendencia con este fin.
Funcionarios para cuidar de estos lugares les garantizo que sobran.

Se me ocurren cientos de ideas más del estilo pero primero hay que entender el problema: donde no hay monopolio solo queda la creatividad!

Hasta yo me aburrí de lo largo que quedó este articulo.











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